Artículo escrito por Juan Manuel Martí, emprendedor de la empresa Valway, de 3º LEINN Valencia

Hace ya dos meses que nos fuimos a emprender el último viaje de la carrera, el viaje a “Chindia”, que ha acabado por ser únicamente el viaje a India a causa del coronavirus, pero al final, una experiencia que muchos calificamos de entre las mejores de nuestra vida.

Cuando llegas a India vale la pena ir sin expectativas, porque no es para nada lo que te esperas ni en el mejor ni en el peor de los sentidos, no tiene nada que ver con España. El país en general es un caos, pero acabas por encontrar el encanto que tiene. Digamos que conducen y se toman las leyes como quieren, encuentras vacas en medio de la carretera y a un otorrino que te mira los oídos en la calle. Es una cultura completamente diferente y con la que chocas de pleno cuando llegas.

Pune, que es la ciudad en la que hemos estado la mayor parte del viaje, diría que es también la mejor de todas las que hemos visitado, y lo cierto, es que tuvimos la suerte de estar en una zona bastante privilegiada y muy buena para lo que había por alrededor. Cerca de nosotros estaban las mansiones de las familias más ricas de la ciudad, había muchísimas empresas, bastantes restaurantes y espacios de Co-Working.

Durante nuestra estancia estuvimos trabajando en Inscape, un espacio de Co-Work muy natural, en el que lo mejor era poder trabajar al aire libre. Allí realizamos la mayor parte de las actividades. Cabe destacar el evento de networking que hicimos uno de los primeros días dónde tuvimos nuestra primera toma de contacto con personas locales y fue organizado por el propio espacio de Co-Work; y otras actividades que se organizaban desde la universidad, como el taller de alimentación ayurvédica, que es un tipo de medicina tradicional India, o la sesión de meditación que tuvimos con los cuencos tibetanos. En el taller de alimentación, descubrimos como llevar un correcto equilibrio del cuerpo desde los siete puntos de chakra que tiene nuestro cuerpo, haciendo un poco más de hincapié en la alimentación. La mujer nos explico que nuestro cuerpo es como un templo que se ve afectado por lo que comemos o por la forma en la que reaccionamos a ciertas situaciones y por ello, hay que cuidarlo. Con los cuencos estuvimos toda la mañana, fue una especie de ritual que nos hicieron uno a uno, en el que las ondas que producía el cuenco al ser golpeado pasaban por todo tu cuerpo generando una especie de escalofrío que fue increíble. Literalmente el cuerpo vibraba.

Destacamos otras actividades como la sesión de Yoga que hicimos en el parque que, aunque solo fue una pequeña introducción, fue muy divertido reunirnos todos e intentar seguir las instrucciones del monitor, haciendo unas posturas que no habíamos hecho en la vida, y que para muchos fue casi imposible; o algunas de las Company Visits que realizamos durante la estancia, ya que, visitamos las oficinas de OPPO, una de las compañías telefónicas líderes en Asia y una universidad de empresariales privada, en la que nos recibieron de la forma más genial y original posible. Nos vistieron con prendas tradicionales y los alumnos nos estaban esperando en la puerta, aquel día dimos una charla en el salón de actos delante de más de cincuenta personas en la que pitcheamos todos nuestros proyectos. Además, grabaron toda la visita y nos invitaron a comer su comida tradicional, pero sin picante.

Además, India es el lugar en el que la persona que menos te lo esperas puede abrirte las puertas a la persona a la que quieres llegar. Sobre los proyectos:

  • Con Exportory, que consiste en una plataforma para valorar los factores de riesgo y éxito de un producto a la hora de ser exportado, pudimos hablar con el EXIM Bank (banco de importación y exportación) en Mumbai, gracias a confiar en un indio con el que comimos en el Yogui Tree (Restaurante de confianza).
  • Por otro lado, llevamos acabo otros proyectos como MASK, que surgió al identificar el problema de que había mucha polución en el aire. Estuvimos visitando concesionarios de motos después de ver que era donde el producto podía tener una mayor cabida. Finalmente, el proyecto tomó una dirección totalmente diferente gracias al Coronavirus ya que, empezamos a comercializar mascarillas quirúrgicas. Actualmente seguimos trabajando en ello.
  • Trabajamos también en RunAway, que consiste en una agencia de viajes que trata de traer a estudiantes indios a España para que vivan diferentes experiencias a nivel cultural, de aprendizaje y ocio. Conseguimos un cliente potencial con el que seguimos en contacto, y con el que esperamos hacer negocio una vez pase el Coronavirus.
  • Asimismo, trabajamos en temas de exportación de bebidas alcohólicas y vegetales de lo que no conseguimos muchos resultados, pero nos llevamos un gran aprendizaje.
  • En cuanto a otros proyectos como Voladora, nos sirvió para buscar nuevos productos para verano adaptándolos a la moda de España. Muy pronto podréis ver cosas nuevas en la web. (voladora.es)
  • A nivel social realizamos un documental sobre la mujer en el que entrevistábamos a mujeres de la propia India y nos contaban su inspiradora historia. Este proyecto lo hicimos en colaboración con los equipos del País Vasco.
  • Destacamos el proyecto de Visual Makers, que es con el que conseguimos facturar algo de dinero en el viaje y consistía principalmente en la realización de vídeos y fotos como contenido para las redes sociales de los locales. Nuestros clientes fueron espacios de co-working y restaurantes.

En conclusión, hemos aprendido mucho, tanto a nivel personal, como profesional, ha sido una experiencia que jamás olvidaremos. Para terminar, os aconsejamos que siempre sepáis el porqué queréis hacer algo, aprovechad vuestro status y tened en cuenta que es más fácil que las cosas salgan si trabajas con alguien local. Sabed que los indios dicen muy a la ligera y en ocasiones hay que hacer presión para que las cosas fluyan.

 

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